No dijiste palabra,
ese día en que todos nos contamos cosas
para hacer el silencio tolerable.
Tus dedos llamaron a los míos, de lejos
Así cómo el toro es citado por la muleta, y se asusta.
Salieron de mí y cuando llegaron,
tu piel me lo contó todo.
DeMarian Agosto 2010
Fue entonces cuando
tus dedos licuaron mi voz.
DeMarian Agosto 2010
1 comentario:
Me ha gustado el poema. Tiene algo más que destellos y metáforas acertadas. ¡Basta de palabras!...Dejemos que hablen la piel contra la piel y ambos acentos.
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